Ha llegado con las ganas en flor, arrasando con el hastío y con promesas de días largos y felices...
De repente suenan esas bonitas notas de Pachelbel, este texto tiene melodía, y el delirio de esta primavera prestada se hace poesía. Y eso si, eso si sabemos cómo es, la lírica nunca llega antes, siempre está para rellenar los espacios que aún reclaman dulzura y misericordia. ¡Ayúdanos! -imploro- no se aún muy bien a quién pero mi plegaria es escuchada y el silencio se rompe a versos. Se derrama en los ojos con total precisión la belleza de las palabras que nos han sobrevivido. Desfilan por los estantes con la vanidad de todo lo que nace para ser eterno y caigo en la cuenta: en ese poder encontraremos la esperanza, seamos poesía y vivamos por siempre.
"Vencido está el invierno.
la fatiga, por fin, ¿no es algo tierno
Que espera, que reclama
Sosiego en soledad?
Y el drama...
Siga en lo oscuro todo
Básteme ya lo oscuro de un recodo.
Repose mi cabeza
¡Única soledad, oh sueño, firme
Transformación! Empieza
modestamente el ángel a servirme
Poco a poco se torna la dureza
del mundo en laxitud. ¿Es fortuna interina,
perderé?
Ganaré, creciente olvido
negará toda ruina.
Gran pausa
¡Cuánto, nuevo!
Y yo despertaré. No será lo que ha sido.
(¿Padecerá en su ayer el maherido?)
Mi existencia habrá hincado sus raíces
En este ser profundo a quién me debo:
el que tan confiado, gran dormir, tu bendices.
Todo, mañana, todo, me tenderá su cebo.
JORGE GUILLÉN
*Pintura Aleksandr Deineka, "Muchacha con un libro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario