sábado, 21 de marzo de 2020

Siempre la poesía

Está claro que "la primavera ha venido", pero esta vez, más que nunca "nadie sabe cómo ha sido". Si Machado pudiera vernos ahora... y este año, por si no fuera suficiente solamente intuir un aroma que ya no recuerda a primaveras pasadas, ha venido un día antes de lo acostumbrado.
Ha llegado con las ganas en flor, arrasando con el hastío y con promesas de días largos y felices...
De repente suenan esas bonitas notas de Pachelbel, este texto tiene melodía, y el delirio de esta primavera prestada se hace poesía. Y eso si, eso si sabemos cómo es, la lírica nunca llega antes, siempre está para rellenar los espacios que aún reclaman dulzura y misericordia. ¡Ayúdanos! -imploro- no se aún muy bien a quién pero mi plegaria es escuchada y el silencio se rompe a versos. Se derrama en los ojos con total precisión la belleza de las palabras que nos han sobrevivido. Desfilan por los estantes con la vanidad de todo lo que nace para ser eterno y caigo en la cuenta: en ese poder encontraremos la esperanza, seamos poesía y vivamos por siempre.



"Vencido está el invierno. 
la fatiga, por fin, ¿no es algo tierno 
Que espera, que reclama
Sosiego en soledad?
Y el drama...
Siga en lo oscuro todo
Básteme ya lo oscuro de un recodo. 
Repose mi cabeza
¡Única soledad, oh sueño, firme 
Transformación! Empieza
modestamente el ángel a servirme 
Poco a poco se torna la dureza
del mundo en laxitud. ¿Es fortuna interina,
perderé?
Ganaré, creciente olvido 
negará toda ruina. 
Gran pausa 
¡Cuánto, nuevo! 
Y yo despertaré. No será lo que ha sido. 
(¿Padecerá en su ayer el maherido?)
Mi existencia habrá hincado sus raíces 
En este ser profundo a quién me debo: 
el que tan confiado, gran dormir, tu bendices. 
Todo, mañana, todo, me tenderá su cebo. 
JORGE GUILLÉN 




*Pintura Aleksandr Deineka, "Muchacha con un libro"

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