¿Qué hay de esa otra vida?
La de todo lo que dejamos por el camino. Lo que no leiste, lo que no viste porque no te fijaste, la flor que no compraste, el cd que prestaste, el libro que no releíste, el amor que no dejaste entrar... el gesto que nunca supiste apreciar.
Hubiera sido distinto si hubiera probado ese sabor, si hubiera recitado los versos en alto, si hubiera entendido a la primera aquella canción.
Si la impulsividad hubiera sido menos arrojada, suicida..
Mi pelo, el olor del tiempo, si ese reloj no se hubiera parado nunca.
Caminaría por diferentes calles quizás, desconocidas cada vez. Ya no sería igual mi nombre, pronunciado en otros labios...
Mis gritos otro eco, la luz de mi ventana, otra luz, otra ventana.
Si hubiera releído todo aquello que quemé.
A lo mejor, sería distinto si hubiese superado la manía de contar las líneas del suelo, las letras de los títulos, si hubiera salido del cine antes de que termine la música.
Si alguna vez hubiese caminado de verdad bajo un paraguas.
Si hubiera tenido un paraguas.
Si el día que decidí caminar hacia delante de nuevo, me hubiese desprendido antes del pasado inmediato. Si hubiera tenido miedo a crecer...
Si hubiera puesto cadenas a estos labios, a esos verbos, a esos tiempos...
Quizás, si hubiera contado más noches por sueños y no por desvelos.
Hay toda una vida que tiene otros compases, otro ritmo y se llama igual pero huele diferente, suena diferente y sabe a desconocido.
Hay una vida entera que no me pertenece ya, detrás, pero eso es otra historia y yo nunca he usado paraguas.
"Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido"
LUIS CERNUDA
* Fotografía de Raoul Ubac, 1970, "Portrait dans un miroir"
Me ha encantado, de verdad.
ResponderEliminar"Quizás, si hubiera contado más noches por sueños y no por desvelos."
Grande, como tú :)
Gracias por leer Cris! y sobre todo por saber leer.
ResponderEliminarGrande tú, mariposa.
<3