jueves, 11 de enero de 2018

2. Lo que deseo


Cada día, cada minuto de nuestra vida, pasa algo que merece la pena recordar.
Solo es un momento, es una risa perdida en la calle, que te sobresalta y te hace levantar la cabeza del móvil, te arranca del ensimismamiento y te devuelve a la realidad conectándote como una bofetada.
Solo es un instante, son esos labios que te ruegan pero que no piden nada, la parálisis de mi boca a 30 mil kilómetros de la tuya pese a estar frente a frente, tan juntos, tan cerca.
"Vos

no eligís la lluvia que te va a calar hasta los huesos..." ¿no? Joder Cortázar si tu supieras.
Es un color inesperado en lo más alto, que ancla tus pies al suelo y la mirada al cielo, poniendo en peligro tu integridad física porque es probable que ese instante suceda en un semáforo abierto al tráfico, en mitad de una carretera... ¿quién tiene la culpa de tanta belleza?
La brisa que me alborota cada poro de la piel, que me
desnuda de esperas, prejuicios, traumas, catástrofes, me devuelve la confianza perdida en un camino que ambiciona cada meta, todos los días.
Cada minuto de nuestra vida tiene la grandeza de un imperio, la verdad de un reloj, la dignidad de una sonrisa anciana.
Lloro de emoción intentando recordarlos todos, solo eso le pido a la vida, recordarlo todo y morir dentro de 100 años, de pura nostalgia.




"Para hacer funcionar a las estrellas es necesario apretar el botón azul. 

Las rosas están insoportables en el florero. 

¿Por qué me levanto a las tres de la mañana mientras todos duermen? ¿Mi corazón sonámbulo se pone a andar sobre las azoteas detectando los crímenes, investigando el amor? 



Tengo todas las páginas para escribir, tengo el silencio, la soledad, el amoroso insomnio; pero sólo hay temblores subterráneos, hojas de angustia que aplasta una serpiente en sombra. No hay nada que decir: es el presagio, sólo el presagio de nuestro nacimiento"

JAIME SABINES 

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