Rentrée

Quiero dar la bienvenida al otoño bajo la deliciosa incertidumbre que alberga pasar del calor al suave frío. Con la esperanza de saber más, querer mejor y regalar todo aquello que mi ego almacenó bajo el sol.
Un comienzo de verde y ocre, fresco, temprano, de certero aliento y sin ecos -nuevo.

Promesas, muchas, todas.
La de no hacer querer sin querer, para no recoger tempestades nada más que habiendo sembrado ligeras brisas que no pretendían ser, solo estar, agradar y mecer...
La de contar las hojas que se cobijen crujientes bajo mis pies, las que vayan delante, las que me vigilen detrás. Contarlas, todas, porque es así como debe ser.
La esperanza del nuevo amanecer, la tercera oportunidad en un año que ha cambiado tantas veces de luz...
La de escuchar y ver más allá, donde no quería ver, donde debe estar lo que siempre se esconde.

Promesas, muchas, todas.
Quiero pensar que soy lo que siempre quise ser
                                   y en mi nueva apuesta va todo el alma,
                                                      a una carta,
                                                                 como siempre.

"Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y, en la caída clara de sus hojas,
se lleva al infinito el pensamiento.

Qué noble paz en este alejamiento
de todo; oh prado bello que deshojas
tus flores; oh agua fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,
en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la excelsitud de su verdad divina"

Juan Ramón Jiménez

* Pintura de Claude Monet, "Otoño en Argenteuile".