lo mires por donde lo mires, el final no se conoce pero el tiempo
acaba con todo, con ella también y nos da la medida de las cosas.
Es
luminosa, tiene luz porque es luz en si misma. El sol y sus sombras la baña y
oculta. El color depende de su madurez y del cambio de estación. Es dulce y amarga, encierra el jugo y la sustancia que,
dependiendo de las circunstancias, nos dan nuestros pasos.
Es
una de muchas, pero no hay dos iguales. Crecen todas del mismo modo, pero no satisfacen
ni a los mismos paladares ni a las mismas expectativas.
¿Ves
hijo? Nuestras vidas son como esta naranja. Empieza a pelarla, saborea su
esencia y piensa que, al final, lo único que te va a importar es si amarga o
endulza tus días.
"(...)No es verdad, vida,
eres bella como la que
yo amo,
y entre los senos tienes
olor a menta.
Vida,
eres una máquina plena,
felicidad, sonido de
tormenta, ternura de
aceite delicado.
Vida: eres como una
viña, atesoras la luz y
la repartes,
transformada en
racimo.
El que de ti reniega,
que espere un minuto,
una noche, un año corto
o largo, que salga de la
soledad mentirosa,
que indague y luche,
junte sus manos con
otra manos, que no
adopte ni halague a
la desdicha,
que la rechace
dándole forma de
muro como a la piedra
los picapedreros, que
corte la desdicha y se
haga con ella pantalones
La vida nos espera
a todos los que amamos
el salvaje olor a mar y
menta que tiene
entre los senos"
Pablo Neruda
* Pintura de Pablo Picasso "Madre e hijo (saltimbanquis)" 1905.

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