miércoles, 31 de octubre de 2012

El burlador

Cuando levantó la niebla ella estaba allí, las lunas de tiempos pasados no contaban ya.
Era la cita de todos los años y con el último aliento volvió a aquel lugar. Donde no habitan ya los huesos y el recuerdo engaña al tiempo. El mismo lugar donde el desvarío es señor y su dama la locura.
Pronunció un grito desgarrador y su eco le hizo comprender que no habitaban en el mismo espacio. Las palabras le eran devueltas, como ráfagas de dolor. Una vez más, gritó y extendió el brazo queriéndola alcanzar, ella le miraba con ojos de otro mundo y los suyos, cansados los párpados de anhelar,  decidieron no abrirse más.
Entre ellos el amor y decenas de años de abismo. Como un remolino de diminutas partículas doradas el fuego consumió el lugar y las bocas se hicieron polvo y las lenguas que desataban hogueras desaparecieron bajo la niebla. Volvía a bajar, el manto gris confuso inundaba el abismo, borraba las huellas de una historia que no se repetiría nunca más.
No hay memorias que recuerden, ni cantos que susurren esta historia singular, sólo la brisa de esta noche, acerca el recuerdo de lo que por siempre fue, y al bajar el telón, por siempre jamás.



Yo mi alma he dado
por ti
y Dios te otorga por mí 
tu dudosa salvación. 
Misterio es que en comprensión 
no cabe de criatura, no mortal 
y sólo en vida más pura 
los justos comprenderán 
que el amor salvó a don Juan 
al pie de la sepultura. 
Cesad, cantos funerales; 
callad, mortuorias campanas; 
ocupad, sombras livianas, 
vuestras urnas sepulcrales; 
volved a los pedestales, 
animadas esculturas; 

y las celestes venturas 
en que los justos están
empiecen para don Juan 
en las mismas sepulturas
Don Juan Tenorio. José Zorrilla

2 comentarios:

  1. Si José Zorrila hubiera reeditado en su blog el puñal del Godo que escribió el año anterior en vez de escribir Don Juan Tenorio nos habría privado de una joya. Como tus posts inéditos. Será la influencia de las fiestas paganas...

    ResponderEliminar
  2. Gracias por leer, hace un año. Lo agradecí entonces, ahora también. Espero que dentro de 364 días pueda regalar algo inédito, en honor a Don Juan

    ResponderEliminar