
He vuelto y con esto no quiero decir que vuelva para quedarme, pero he vuelto. Hoy es un día especial por una razón : las cosas tangibles, superficiales, nimias, estúpidamente sencillas me hacen feliz. Me consuela saberlo, porque quiere decir que no soy absolutamente extraña, pero por otro lado, me duele reconocerlo porque es como si se me cayese un mito: el mío.
Nos pasamos la vida buscando esas dos o tres razones por las cuales somos especiales, diferentes al resto y cuando creemos haberlas encontrado nos damos de bruces contra un gran muro que tiene una palabra pintada encima: CONSUMO y del susto nos vamos corriendo y nos chocamos contra otro muro más grande que tiene otra gran palabra pintada: DESEOS y en nuestro intento desesperado de huir de lo cotidiano y de lo vulgar topamos contra un pequeño escalón que reza: SATISFACCION; después de ese escalón existe un altar que lleva por nombre: FELICIDAD... y al menos por hoy es la única gloria cotidiana que deseo satisfacer. ¡Qué gran desilusión! y ¡qué gran consuelo!
Cómo me gusta que de vez en cuando vuelvas a desgastar tus deditos por aquí =)
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