"Si vas a vivir que sea hasta la extenuación"
Me gustaría deciros que es un consejo de alguien especial ya desaparecido o una frase de un libro perdido en un estante inalcanzable, pero no es más que la experiencia susurrándome al oído, es mi propia vida juzgada en el espejo del tiempo, y soy yo dando una vuelta más al calendario de los días. Son mis treinta y cinco, y es mi propia manera de entender cómo esa arena derramada entre las manos reposa en el fondo de los recuerdos sin retorno posible.Dicen los griegos `meraki` yo digo poner el alma en cada paso, con pasión y libertad, "haciendo de la interrupción un camino nuevo", yo digo vivir sin conformarme con amar a medias o sentir un rato. Y así se hace la vida, en efecto, aceptando lo que uno es y sobre todo: lo que no es (no digo "lo que no seré", porque intento evitar la mentira con la misma intensidad con la que evito vivir para acomodar el alma de cualquiera). Seré lo que deba, volando alto para verme volando, y volando bajo para no abandonar la seguridad de la tierra... porque sigo aquí , agazapada tras mi sonrisa, colmada de lágrimas y melancolía, de suspiros largos y profundos, de risas breves y liberadas, refugiada en esta piel que tan solo anhela el fuego. Soy esa que en la libertad intentó hacer su hogar y lucha cada día porque ni el viento ni estas o aquellas manos derrumben los pilares de ese sucedáneo de la felicidad.
Ojalá hacer carne tu ´elogio de la sombra´, Borges: "llego a mi centro, a mi álgebra y a mi clave, a mi espejo. Pronto sabré quién soy".
Mientras voy viviendo distraída con la vida, mientras los treinta y cinco... ´meraki´ hasta la extenuación.
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