viernes, 25 de febrero de 2022

Yo he sido tan feliz contigo...

"Si está bien, si está bien, si es tan fácil, por qué duele así... por dentro"

Me va a costar reconocerme sin ti, Winston. 
Sin tu leal indiferencia, bien enmascarada en un flequillo largo y frondoso que no te permitía ver la realidad, ni falta que hacía, porque ella no es mejor que tú. 
"¡No ve!", decían, qué sabrán ellos. Había que vivir en tu mundo silencioso para lograr verlo todo. 
Me a va acostar comprenderme sin ti, un poco más de lo normal. Más que un compañero, eras una excusa para respirar cuando todo alrededor se vuelve irrespirable, una burbuja de aire fresco y limpio, un domingo soleado, y una hora sin tener que disimular. 
Te he dejado ir, pero no te has quejado, días y días sin agachar la cabeza, así eras tú. Un bello ejemplo del amor abnegado y puro y sobre todo: sencillo. Un alma cálida y sencilla, un remanso de paz y la luz que ha iluminado largos momentos de oscuridad durante muchos años de mi vida, pero eso se queda entre nosotros dos, ni si quiera a los ojos piadosos que nos leen hoy les importa. 
No es sencillo vivir, aun menos amar, pero tú me lo has puesto muy fácil. 
Me has mirado fijamente y te he cerrado los ojos, y en ese preciso instante se me ha ido un trozo de bondad y comprensión, soy un poco peor y no hay forma de explicarlo. 
No creo en las frases hechas, Winston, no sé si eras el mejor amigo de alguien pero eras un bastión de fidelidad en un mundo que se derrumba por instantes. 
Estos últimos días hemos conseguido algo inolvidable, nos hemos regalado tiempo y no lo teníamos. Un equilibrio imposible. Y la primavera se ha adelantado unas horas solo para ti, nadie lo comprendía pero era sólo por ti, y hoy de nuevo hace frio, así debe ser. Has olido los almendros y has paseado por los mismos kilómetros que pisamos millones de veces, el mismo suelo, el mismo cielo se ha despedido de ti. Voy a acomodarme en los recuerdos de un tiempo pasado que siempre es mejor, voy a guardarte en lo más profundo de mi alma porque es ahí donde tengo las dos o tres cosas que importan. "Esa necesidad de inventariar el pasado que crece con la soledad y el hastío..."
Soy un poco peor y no hay forma de explicarlo, pero yo he sido tan feliz contigo... 

Te quiero, Winston, gracias por el regalo de tu vida. 




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