domingo, 3 de febrero de 2019

ICH


Poco importan las imágenes que guardo como un tesoro, las instantáneas guardianas de recuerdos y nostalgia feliz. De poco valen las anécdotas bañadas en inconsolable melancolía, entre tus letras y las mías, recogidas en cajones secretos, en oscuros rincones lejos de miradas indiscretas, de cortos entendimientos y desconocimiento de esa risa y el llanto que nos producían. De nada valen los años, acumulados en abrazos infinitos, en voces y ecos que nos obligan a recordar quiénes somos, pese a todo y sobre todas las cosas. No importa las veces que equivocamos la ecuación, las confusiones que nos han hecho crecer en lo más íntimo de una amistad sin remedio, de en un amor sin remisión que nos obliga a seguir un poco más.
Poco valor tiene todo lo que pasa y es incontrolable, la resignación, incluso la lágrima compartida, los aniversarios que no dejan de sumar y abren los cajones, las ventanas y nos preparan el alma para suspirar por un año más.

Nada nada nada tiene sentido, solo la sonrisa en tus ojos que son treinta y dos años en mi corazón.
Felicidades.


En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
JULIO CORTÁZAR, LOS AMIGOS.

1 comentario:

  1. Los recuerdos bonitos sirven para endulzar la vida. El presente siempre es lo mejor.
    Muy bonito.

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