miércoles, 21 de septiembre de 2016

Kilómetro cero

Tras media estación estancada por el desencuentro el otoño regresa desde cero y con él este relato, Accesit Especial concedido por Turismo de Portugal en el VIII Certamen Internacional Relatos de mujeres viajeras. Con él y con el cuentakilómetros a estrenar volvemos a rellenar los estantes de condimentos. Rentrée!
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Quisimos expiar nuestros pecados en cuatro días. Entre las paradas para repostar, las paredes de la habitación del hotel, las visitas obligadas, las de las guías y las que surgían con ocasión de un callejero mal interpretado.
Nos reciben las calles donde la poesía se hizo eterna en la pluma de Pessoa.
Entrelazamos las manos en un gesto de “paz momentánea” y paseamos sin descanso el recorrido del tranvía y las huellas de los miles de pies. Seguimos a las cámaras que nos fotografían sin querer, en una espera, en un café.  Y entre línea y línea de una historia dormida nos volvimos  a querer.  No hay brisa nueva que no cure un alma gastado. Ya decía Fernando que “ni hay felicidad falsa, mientras dura es verdadera. ¿Qué importa lo que la verdad exalta si soy feliz de esta manera?”
Risas cómplices calle arriba y abajo. Sorpresas de azulejo y vieja belleza en cada esquina. Ropa tendida y gatos por decoración. El sueño de la grandeza en cada muro y la humildad del fado… nuestro lamento.
¿Se nos contagiaría algo de todo lo bonito que era vivir? Porque ya no nos importaba el cansancio de los pies, ni la fugacidad del tiempo que corría en nuestra contra.
Los atardeceres en terrazas improvisadas, en aquel lugar, en lo alto de todo lo más alto que se puede llegar. Las guitarras anónimas tocando las que nos sabíamos, las que nos gustaban. Roce, calor y segundos a medias en el reloj.

Luego natas, maletas y repostaje de vuelta. Con medio espíritu en aquel mirador y el otro medio esperando en casa. Fuimos perfectos por cuatro días otra vez, kilómetro cero y vuelta a empezar. Lo que vino después es historia olvidable, pero ese tú y yo en estas líneas no morirán.  



"¡No: no digas nada!
Suponer lo que dirá
tu boca velada
es oírlo ya.
Yo oí lo mejor
de lo que dirías.
Lo que eres no viene a la flor
de las frases y los días.
Es mejor de lo que tu.
No digas nada: lo sé!
Gracia del cuerpo desnudo
que invisible se ve"
Fernando Pessoa
*Pintura de Ernest Descals. 


5 comentarios:

  1. Enhorabuna O'Hara por el premio. Me parece estupendo tu relato.

    No conocía tu blog hasta hoy, y me parece diseñado con un enorme gusto. Ahora que lo conozco iré leyendo otras entradas.

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  2. Gonzalo muchísimas gracias. Es una placer que dejes algunos segundos en este rincón de condimentos. Un abrazo! :)

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  3. ¿Ya se ha fallado el certamen de este año?

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  4. Disculpa por no darte la enhorabuena, casi poesía condensando un relato que, como la historia que cuenta, resulta breve pero intenso! Un abrazo!

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    1. Ya se ha fallado al parecer, aunque no se cuáles han sido los relatos ganadores. Muchas gracias por leer Cinta.

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