sábado, 3 de octubre de 2015

Sólo es tiempo

Carta abierta de un corazón poco hecho:

lo siento, tanto que no sabría por donde empezar. 
Es sumamente importante que entiendas que ya nada es como ayer. No lato como antes y no puedo explicarte de que manera sucede, que se desacelere la vida, de repente, como un resbalón en la lluvia.
¿Has visto esas películas que no te gustan, las que no tienen un final feliz? siempre muere el que menos se lo merece y el que vive, por fallo de guión, es tan desgraciado que preferiría estar cubierto por tres o diez metros de tierra. 

He sobrevivido al terremoto que es el primer cuarto de juego, me he sacudido la tierra,  y desde entonces no he sabido muy bien como enganchar una segunda parte que obliga, a ponerlo todo. 
Ese todo, lo he intentado, de verdad. 

Espérame donde no te quede más remedio, donde no sea más que una excusa esperar porque no quieres enfrentarte a todo lo demás, espérame cuando todo lo demás te falle. Espérame en el espacio que queda entre el final y lo irrecuperable. Que cuando nada sea suficiente, yo estaré allí.

Te debo una vida y una explicación. 
Sólo es tiempo.

Has visto

verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caìda la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazòn
habìa que tirarlos
habìa que llorarlos
habìa que inventarlos otra vez.
JULIO CORTÁZAR

* Retrato de Suzanne Valadon por Henri Toulouse Lautrec

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