Sigo aquí, agazapada tras mi sonrisa.
Creo que puede ser el momento de aceptar el incendio.
¿Quién quiere salvarse siempre?
Hay dos tipos de muerte, una purificadora y otra simplemente memorable.
La una no da una segunda oportunidad, sólo te rehace para afirmar que ya nada es igual. Es una primera vez, una nueva luz.
...Quiero ser pura como el agua que no conoce arena, piedra, manantial...
La otra es eterna como la memoria, es el todo y la nada.
¿Ser memorable? no sin haber ardido antes.
Renacer, quizás.
Es como el incendio que llega, como la llama, como la sombra que deja...
...Quiero ser libertadora como la llama primera, la chispa que hace, el primer azote del viento que desata...
¡La hemos vuelto a hallar!
¿Qué?, la Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
Alma mía eterna,
cumple tu promesa
pese a la noche solitaria
y al día en fuego.
Pues tú te desprendes
de los asuntos humanos,
¡De los simples impulsos!
Vuelas según..
Nunca la esperanza,
no hay oriente.
Ciencia y paciencia.
El suplicio es seguro.
Ya no hay mañana,
brasas de satén,
vuestro ardor
es el deber.
¡La hemos vuelto a hallar!
-¿Qué?- -La Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.
ARTHUR RIMBAUD
* Pintura de Paul Gauguin, "Peacock".
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