
Al principio todo era sencillo,
tenías ese dulce sabor en la boca durante miles de soles,
corrías ahogando la negatividad en carcajadas redondas y explosivas. Cargabas en los hombros la inocencia que dura, la que nunca se va.
Te colabas en los sueños de la más envidiada robando trozos de días memorables y confundías a las horas con el retrovisor de la felicidad...
¿ves eso que dejas atrás?
decías,
lo mejor está por llegar.
"(...)Yo fui un día la gaviota más ave de tu vida.
Mis pasos fueron siempre enigma de los pájaros.
Yo fui un día la más honda de tus edades íntimas.
El universo entero cruzaba por mis manos.
¡Oh día de sueño y ola;
Nuestras dos juventudes hacia el viento estallaron.
Y pasó la mañana,
y pasó la agonía de la tarde muriéndose en el fondo de un lirio
y pasó la alba noche resbalando en los astros,
exhibiéndose en pétalos
y pasó mi letargo... (...)"
Julia de Burgos
* Pintura de Pablo Picasso, "Mujer con camisa", 1905.
No hay comentarios:
Publicar un comentario