He meditado a propósito de la luz que entra por ese agujero.
Amanece más temprano cada vez y anochece cuando quiero.
Hoy ha salido el sol antes y no he decidido aún cuando se dormirá el cielo.
Los pájaros salen solo si les sueño,
mi boca desgrana las palabras de acero.
Pero, ¿quién robo a tus labios el fuego?
no importa cuanto se prolongará el duelo...
quiero hacer una oda eterna a tu risa,
¿lo ves? ya está reflejándose en el suelo.
Me miraste a los ojos, penetrando,
en lo más profundo de mi alma.
El cristal azul de tus pupilas,
me mostraba, mi imagen reflejada.
Me miraste y pediste temblorosa
que un te amo, saliera de mis labios,
pero ellos ya no tienen más palabras
pues los golpes de la vida los han cerrado.
Me miraste y tu pelo se erizaba,
y una gota redonda en tu pupila
que brotó, de un corazón roto
y cayó recorriendo tu mejilla.
Me miraste y tu rostro empapado
me exigía una palabra, una respuesta,
y mentí diciéndote te amo
por ganar de tu cara una sonrisa.
Walt Whitman.
* Pintura de Salvador Dalí. 1943
Ancora, belle parole
ResponderEliminarHola O'Hara, no conocía esta obra del magnífico Dalí pero dicen que no te acostarás sin aprender algo nuevo cada día.
ResponderEliminarCon tu permiso, volveré, ¡feliz viernes!
Saludos desde felicidadenlavida
Un abrazo grande;
Francisco M.
Francisco! me alegra saber que la has conocido aquí :) fantástico Dalí siempre y sobre todo: inspirador.
ResponderEliminarTienes mi permiso y un gracias enorme.
Un abrazo! :)