jueves, 19 de abril de 2012

Trece, catorce...

Qué curiosos los caprichos de tu espalda, colocados al azar de la suavidad: quince, deiciseis, pierdo la cuenta una y otra vez. No puedo imaginar de donde nace la arbitrariedad de tus sonrisas, ahora si, ahora silencio, ahora sólo una mirada y luego sonríes otra vez.
Tu boca enmudece cuando mis labios comienzan a moverse, dices que mis palabras te acunan y rindes tus párpados despacio, calculadamente, el uno y el otro a la vez. Respiras tranquilo mientras te susurro como cae la tarde, mientras dure la luz sigo contando los caprichos de tu espalda: diecisiete, dieciocho, diecinueve...

"Estoy hambriento de tu risa resbalada, de tus manos color de furioso granero, tengo hambre de la pálida piel de tus uñas, quiero comer tu piel como una intacta almendra. Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura, la nariz soberana del arrogante rostro, quiero comer la sombra fugaz de tus pestañas"
Pablo Neruda
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1 comentario:

  1. Qué comentar cuando alguien es capaz de hacer sonar hermosos hasta los numerales! ;)

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