sábado, 18 de junio de 2016

Sed animal

Siempre quise soñar más y mejor.
Despertar y recordar el deseo,
retenerlo para siempre en la memoria
Concentrarme en quererlo, pelearme por tenerlo.
Siempre quise soñar imposibilidades para hacerlas realidad.
Se me agota la libreta de la mesilla,
                                 no soporta más páginas en blanco.

En un intento desesperado por darle contenido a mis devaneos inauguro una página que, sin querer, no suena a nuevo. Y dice así...

Otra vez tus labios, con su firmeza y confianza sobre mi boca desnuda.
Otra vez tu cuerpo sobre mi cuerpo, con la templanza del que sabe, con el calor de la noche que no acaba.
Otra vez tus manos, con el camino bien aprendido, con dolorosa perseverancia.
Otra vez con la sed que me mata...

Una sed que necesita, por lo menos, un trago más.
¿Después? contradicciones, indecisiones y otros condimentos.



"Sábado fue, y capricho el beso dado, 

capricho de varón, audaz y fino, 

mas fue dulce el capricho masculino 
a este mi corazón, lobezno alado. 

No es que crea, no creo, si inclinado 

sobre mis manos te sentí divino, 

y me embriagué. Comprendo que este vino 
no es para mí, mas juega y rueda el dado. 

Yo soy esa mujer que vive alerta, 

tú el tremendo varón que se despierta 

en un torrente que se ensancha en río, 
y más se encrespa mientras corre y poda. 

Ah, me resisto, más me tiene toda, 

tú, que nunca serás del todo mío"
ALFONSINA STORNI

* Pintura Ives Tanguy, "Le Prodige"

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