"Todos somos arquitectos de nuestro destino, asi que no miréis con tristeza al pasado porque no ha de volver..."
ESta frase y unas horas de intensa reflexión me han dado la luz ... Nunca creí en el destino y mucho menos en la suerte, pero pensar que yo controlo mi vida sea cual sea "la que me toque vivir"... (bueno, no creo en el destino, si en las frases hechas) me da una pizca de sal que condimenta perfectamente mi parte más insípida.
Hay dias que pienso que la dualidad que me vio nacer tiene la culpa de que siempre dude, aún tomando decisiones de forma tajante. Otros días pienso que ni el destino ni la suerte existen pero que el eco del pasado siempre vuelve trazando líneas inequívocas por las que continuar sin problemas aparentes. Hay días que esa misma dualidad, o quizás otra, me hace debatirme entre medias sonrisas y sueños de servilleta de papel azul.
Hay momentos en la vida que no se olvidan pero que no deberían condicionar el por venir, o el mañana o lo que sea que parece que está por llegar...
No me apetece sentarme a pensarlo más, ni eso, ni que sentido tiene ese eterno retorno, ni nada que no parezca fácil a corto plazo. Me voy a dar ese lujo, el lujo inmenso de aceptar mi humilde humanidad y no querer hacerme cargo de mis "ayer".
En mi eterno retorno dije que no lo haría, que no lo hago, que no lo haré...
Sonrío, a pesar de todo.
Sal... mucha sal
Hay dias que pienso que la dualidad que me vio nacer tiene la culpa de que siempre dude, aún tomando decisiones de forma tajante. Otros días pienso que ni el destino ni la suerte existen pero que el eco del pasado siempre vuelve trazando líneas inequívocas por las que continuar sin problemas aparentes. Hay días que esa misma dualidad, o quizás otra, me hace debatirme entre medias sonrisas y sueños de servilleta de papel azul.
Hay momentos en la vida que no se olvidan pero que no deberían condicionar el por venir, o el mañana o lo que sea que parece que está por llegar...
No me apetece sentarme a pensarlo más, ni eso, ni que sentido tiene ese eterno retorno, ni nada que no parezca fácil a corto plazo. Me voy a dar ese lujo, el lujo inmenso de aceptar mi humilde humanidad y no querer hacerme cargo de mis "ayer".
En mi eterno retorno dije que no lo haría, que no lo hago, que no lo haré...
Sonrío, a pesar de todo.
Sal... mucha sal
MIRA el presente.
ResponderEliminarEs una buena forma de diseñar el futuro.
SONRÍE porque la dualidad, la duda y el debate son muestra inequívoca de estar "vivo".
SONRÍE porque siempre hay un sueño que perseguir.
SONRÍE porque el futuro siempre llega.
SONRÍE porque aún queda sal... mucha sal