viernes, 30 de julio de 2010

2.


Un poco de sal para mí. Teniendo en cuenta el desarrollo de los acontecimientos que marcan irremediablemente mi vida, esto es sal, sin duda. Porque me sabe bien, y me sienta mejor. Una porción de mi ser decide que esto no es más que un punto a favor pasajero, que me da aliento y me engaña, mi otra porción se divide a su vez en la pequeña parte de mi que se gusta y sabe que ya hay pocas cosas que puedan pararme, y la parte que la complementa simplemente no quiere saber nada, se deja llevar y seguramente sea más amiga de la pimienta, porque esa sí que le sabe bien y le sienta mejor.
Hoy sal, le guste o no a esa pequeña rebelde que quiere apoderarse de todo. ¿Mañana? puede que pimienta , y si no ... otros condimentos.

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